miércoles, 8 de enero de 2014

Rutina again.

Mañana ya empieza la rutina :( Otra vez los madrugones, los viajes en coche, los viajes en bus, lloviendo, deseando llegar a clase. Luego deseando que sean las 3 para coger otro bus, otro viaje en coche, y al fin estar en casa. Comer a las mil y una y luego tener tiempo para descansar… Ja! ¿Descansar? Hacer deberes, planear trabajos, buscar información. Hay días que me los pasé viendo series tirada en cama, teniendo el remordimiento de que tenía que estudiar para un examen y no lo hice (aun así, he conseguido buenas notas). Y me pongo a pensar, que si me esforzara conseguiría notas aún mejores, pero ¿para qué?, o ¿para quién?
Para mí misma. Pero bah, sigo haciendo la ley del mínimo esfuerzo, la de hacer lo justo para quedar bien, pero que no me lleve demasiado tiempo porque si no paso de todo, y en fin, patético.

Nada, no prometo esforzarme más, no prometo nada. Simplemente, haré que sea todo más ameno como lo llevo haciendo hasta ahora. Antes lo que me quitaba demasiado tiempo era ir al gimnasio. Ahora ya no voy, y se nota. Igualmente, algo tengo que hacer, ya que estas vacaciones me han dado unos calambres sospechosos por estar todo el día tumbada o sentada, comiendo todo lo que se meneaba… No, no y nooo! Eso no es bueno. Así que volveré a mi plan nocturno de ir a dar un par de vueltas por mi zona, ducha y a dormir. Eso funcionaba :) siempre y cuando no lloviera :D Porque yo tengo una relación amor-odio con la lluvia, y esto es así: cuando estoy en la calle toda apurada porque no llego a coger el bus, cuando salgo a correr, cuando me he puesto guapa y no tengo paraguas ni capucha, ahí es cuando ODIO  que llueva. Cuando estoy en casa calentita mirando la tele, cuando estoy a punto de dormirme, cuando estoy relajada tomando un café en una cafetería, ahí AMO que llueva. Supongo que nos pasará a todos igual. Soy rara, pero tampoco es para tanto ^^

En fin, tampoco puedo quejarme demasiado, todo podría ser peor, siempre. Mañana habrá que afrontarlo, luego es seguir seis meses más hasta que acabe el curso. Luego veranito a currar y ganar pasta, quizás pueda independizarme para ese entonces, quizás no, quién sabe. Sueño demasiado para que luego todo me decepcione y vuelva al punto de partida.


Al menos algo sé seguro. Escribir me tranquiliza. Cuando empecé a escribir la primera línea estaba como frustrada, ahora que estoy acabando, lo veo distinto. Esto funciona como terapia. Desde pequeña escribo mis pensamientos. Desde los 8-9 años escribo en diarios todo lo que me pasa, mis sentimientos. Llegue a tener tantos diarios como bragas, pero llegó un momento en que sentía vergüenza de lo que había escrito y los quemé. Los quemé todos, y dejé de escribir, porque me decía a mí misma: “Me he hecho mayor, ya no necesito escribir lo que me pasa, vaya chorrada”. Pero de vez en cuando, necesitaba coger un lápiz y un papel y escribir mis injusticias. Luego tiraba el papel a la basura, rajado en mil pedazos. Y ahora estoy aquí escribiendo en un blog como si fuera aquellos diarios. Y sí, alivia.


Ahora sí, me despido por hoy. Ya puedo afrontar el día de mañana con una sonrisa ^^ 

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